Cuáles son hoy algunos de los desafíos para educar en la comunicación.
Artículo publicado en SIGNIS Media -Febrero 2020
por: Carlos Ferraro
La respuesta es hija de Internet.
La interconexión ha hecho posible y naturalizado una cultura que bien podemos denominar digital.
Es dentro de la misma que los educadores y comunicadores responsables deben asumir capacitarse para poder objetivar dentro de la propia cultura cómo funciona su estructura y resultados.
Un gran porcentaje de la humanidad (brecha tecnológica mediante) está envuelta en las llamadas redes sociales. El periódico escrito, la tv, la radio y el cine, hasta no hace mucho tiempo atrás llamados medios analógicos, se desarrollaban de manera autónoma.
A partir de la aparición de la tecnología de interconexión emerge lo que llamamos la convergencia digital, donde todos esos medios señalados hoy conviven y se hibridan en una sola pantalla. La más generalizada en uso: el smartphone. En este minúsculo aparato además se integran el teléfono, el reloj, el despertador, cámara de fotos, cámara de video, linterna, periódico, libro, agenda, ordenador, consola. etc. Todo en un solo dispositivo. Esto es lo que llamamos convergencia tecnológica. Además, muchas aplicaciones permiten editar contenidos textuales y audiovisuales para prensa, radio televisión, incluso internet. Esto es una verdadera multiplataforma.
La multimedialidad o convergencia de contenidos
La combinación de dos o mas códigos lingüísticos ya sean textuales, visuales o sonoros nos llevan al punto de convergencia más amplio del mundo, donde el audio, las imágenes y el hipertexto convergen para dar forma física a lo que conocemos como producto audiovisual.
Nuestra mayor preocupación como educadores son los valores y, por lo tanto, los contenidos. Cabe preguntarse cuáles son las leyes que sustentan, en los distintos continentes, la regulación de los flujos comunicativos. Cómo son favorecidos los valores de la libertad de expresión, la promoción de la diversidad cultural, la protección de datos, la hegemonía de los medios, etc.
¿Se necesitan organismos de regulación o cooperación tecnológica y/o de contenidos? ¿Alcanza la existencia al estilo de la Directiva de Servicios de Comunicación Social 2010/13 de la Unión Europea de donde dependen los servicios audiovisuales en sus 105 considerandos?
¿Es efectivo el control de los conglomerados, es decir de la concentración de empresas de comunicación que se han expandido en horizontal (una misma empresa puede transmitir contenido a través de la radio, periódico, televisión e internet)? O pueden hacerlo también en vertical, (un ejemplo claro es Netflix que está realizando sus propias producciones evitando así depender solo de empresas productoras como Disney, Fox, WB u otras, las cuales le proveen su material de series y películas) . De esta manera, Netflix pasa de ser una distribuidora de contenidos a creadora de los propios.
Nos preguntamos por los peligros de la concentración empresarial para los usuarios, o espectadores: seguramente es el riesgo a la homogeneización y a la pérdida del pluralismo. ¿Acaso el espectador puede contrastar información si hay un solo medio de comunicación?
Educar al ciudadano hoy es hacerlo consciente de cómo funciona la cultura en la que está inserto, animarlo a reflexionar y capacitarse con el fin de ser un sujeto libre en sus elecciones y sensible en los valores humanos.